El universo de Wayfarers incluye The Long Way to a Small, Angry Planet (2014), A Closed and Common Orbit (2016), Record of a Spaceborn Few (2018) y The Galaxy, and the Ground Within (2021). Son historias totalmente independientes conectadas sólo por el escenario y algunas referencias puntuales, pero comparten mundo y temas, por lo que considero adecuado agruparlas en una misma reseña.

Las tramas de los cuatro libros son totalmente distintas. En The Long Way to a Small, Angry Planet, la humana Rosemary Harper acepta un puesto en la tripulación multiespecie del Wayfarer. Durante una larga travesía, podremos conocer las historias de todes sus compañeres, con vidas, culturas y biologías completamente diferentes. Es un viaje reposado a través de una familia forjada en el vuelo entre estrellas, una inmersión en las diferencias que enriquecen la sociedad de una galaxia extensa y rebosante de vida, en la que los humanos son una especie más, y no particularmente relevante.

A Closed and Common Orbit sigue los pasos de Sidra, una Inteligencia Artificial acostumbrada a ser el cerebro de toda una nave y que ahora debe adaptarse a vivir encerrada en un cuerpo humanoide. A través de sus ojos, Chambers explora las consecuencias de la materialidad del cuerpo, su influencia en la autopercepción y en el comportamiento; al mismo tiempo pone de manifiesto la importancia de las redes de apoyo para sobrevivir en un entorno donde tu identidad no es bienvenida.

Record of a Spaceborn Few presenta a la humanidad en diáspora, surcando el espacio en enormes naves-mundo. A través de varios personajes humanos y de un antropólogo alienígena podemos ir conociendo cómo está estructurada una sociedad en la que el dinero no tiene sentido y que sustenta sus pilares en el bienestar de todos sus habitantes y en la responsabilidad individual de aportar dentro de lo posible al bien común. Es un escenario solarpunk que se plantea su propia viabilidad fuera de un contexto aislado, pero que mantiene una perspectiva optimista durante todo el trayecto.

Por último, The Galaxy and the Ground Within nos sitúa en el Albacete espacial, un pequeño planeta que existe para ser gasolinera, motel y bar de carretera a los pies de un importante nexo de comunicación. Cuando un fallo de telecomunicaciones impide despegar a toda nave estacionada en él tres viajeros deberán aceptar la hospitalidad de una hostelera y su hije, que se desvivirán por preparar un espacio agradable para invitades con distintas dietas, número de extremidades y necesidades atmosféricas. Es una historia sobre por qué ser amable con desconocides a quienes no vas a volver a ver, y sobre los pequeños esfuerzos que pueden superar barreras de cultura, de lenguaje y de visión del mundo.

Ese es precisamente el hilo conductor de toda la obra de Becky Chambers: la mirada hacia el otro con buena voluntad. En un universo que contiene lagartos poliamoroses, alienígenas que se comunican mediante colores y especies reservadas que no comparten cultura con ninguna otra, el encuentro con la alteridad va a resultar chocante. En muchas ocasiones, las buenas intenciones no serán suficientes para eliminar las barreras por completo, pero siempre las harán más permeables. Becky Chambers presenta un mundo optimista y acogedor que recuerda la importancia de un saludo en otro idioma, de una concesión cultural o de una adaptación física que tú no necesitas. Recuerda la necesidad de no tomarse a une misme como medida y de escuchar a tu interlocutor para construir una sociedad en la que todes tengamos cabida.

En cada uno de los libros de la serie se puede encontrar una defensa de los valores que entiendo como esenciales para ser un miembro constructivo de la sociedad, y todos ellos son lectura casi imprescindible para cualquiera que necesite recuperar la fe en la humanidad o vislumbrar un modelo sobre el que construir un futuro mejor.